POEMA CORAZÓN DE SAKUTARU HAGIWARA
¿Con qué puedo comparar mi corazón?
El corazón es Hortensia.
Incluso si un día florece
color melocotón.
Los recuerdos de violeta
no pueden evitarse.
¿Con qué puedo comparar mi corazón?
El corazón es Hortensia.
Incluso si un día florece
color melocotón.
Los recuerdos de violeta
no pueden evitarse.
EL TAÑER DE LAS CAMPANAS POR FANNY JEM WONG
Socavar montañas
no fue nada fácil
Señor Oscuro.
no crees que sea tiempo
de detener la marcha,
los abanicos se duermen
sobre los luceros,
son pesadas piedras,
no logran contener
la espesa savia
de los ríos rojos,
ni el tañer de las campanas
del templo.
FANNY JEM WONG
Melancolía/Huella digital de sombra es una propuesta escénica original, en la que la literatura y la danza se dan cita para reflexionar sobre el sentido de la vida a través del acto de la creación. La música, siempre sorprendente en los montajes del coreógrafo cubano, incluye selecciones de artistas como Ryuichi Sakamoto y Alva Noto, Philip Glass, Ólafur Arnals y J.S. Bach, entre otros.
Inspirado en la vida y obra de la escritora británica Virginia Woolf, este ambicioso montaje de danza contemporánea se presentará del 15 AL 25 DE FEBRERO EN EL TEATRO BRITÁNICO, DE JUEVES A DOMINGO, A LAS 8:00 P.M.
Elenco: Ariam Leon, Naysha Meneses, Dionarah Herrera, Brenda Ortega, Giorgio Ramos Wong y José Carlos Estrada Pérez.
Producción. Daniel Eizaga.
Confección de vestuario: Nelly Pereira Riva.
Diseño gráfico. Marcia Eizaga y Daniel Eizaga.
Arte. Ariam Leon y Pepe Hevia.
Dirección y Coreografía. Pepe Hevia.
Considerado uno de los coreógrafos jóvenes más importantes de la vanguardia de la danza cubana de los ochenta, Pepe Hevia (La Habana, 1971) ha presentado sus creaciones en escenarios de Estados Unidos, México, Costa Rica, España, Ecuador, entre otros países. Después de cinco años de exitosas colaboraciones con las principales instituciones del mundo de la danza en el Perú –entre ellas el Ballet Nacional, el Ballet San Marcos y la Escuela Nacional Superior de Ballet–, Hevia decidió afincarse de modo definitivo en nuestro país y convertir el gran proyecto de su vida, Pepe Hevia Dance Company, formación fundada en Barcelona en 1993, en una compañía peruana de danza contemporánea.
Melancolía/Huella digital de sombra, su más reciente creación al frente de este elenco, se inspira en la vida de la fascinante artista Virginia Woolf, una de las escritoras más controversiales de su época, así como en la esencia de su obra. La acción tiene como punto de partida el seminal ensayo feminista Una habitación propia, pero hurga también en las almas de personajes ficticios como Orlando, Mrs. Dalloway, Vita y Leonard. Es una pieza que habla de la identidad, del sexo y de la libertad, a pesar de que Virginia, en su búsqueda de paz en la vida, encontró la muerte. Es un poema de arquitectura compleja, con un despliegue técnico siempre en función de la comunicación y la belleza de los contrastes coreográficos, que viven entre los sutiles gestos y las secuencias exquisitamente elaboradas.
Con un elenco conformado por los bailarines Naysha Meneses, Dionarah Herrera, Brenda Ortega, Ariam León, Giorgio Ramos Wong, José Carlos Estrada y Pepe Hevia, Melancolía/Huella digital de sombra es una propuesta escénica original, en la que la literatura y la danza se dan cita para reflexionar sobre el sentido de la vida a través del acto de la creación. La música, siempre sorprendente en los montajes del coreógrafo cubano, incluye selecciones de artistas como Ryuichi Sakamoto y Alva Noto, Philip Glass, Ólafur Arnals y J.S. Bach, entre otros.
AGRADECIMIENTOS
Jeanette Moreno Silva,Susana Pous Anadon, Danay Hevia,Marta Roig, Inma Rubio Luna, Roberto Olivan, Mireia torres, Marta Pardos, Viviana Boronat,Silvia Paricio, Julie Berroneau, Nicolas Ricchini, Eva MB,Elena Dausá, Jesús Cobos, Sandra Sales Reid, Sònia Romà Querol, Laia Santanach, Gloria Zapater,Eva Vilamitjana, Ona Marimon, Àngels Casadó, Manuel fernández, Victor Manuel Solano, Ester Vendrell, Cristina Beltran, Rodrigo Garbarino, Alexander Lopez Guerra, Nelly Pereira Riva, Vanessa Floress, Derek Castañeda, Isabel Llanos Pinto, Ivette Zuazo, Morella Petrozzi, José Avilés, Fany Rodríguez, Javier Gamboa, Yitzhak Fowks Z., Michele della Volpe, Pamela Alderson, Luzmila Chang, Yoiné del Vedado,David Ruiz López-Prisuelos, Carolina Vigil, Gabriela Paliza, Inés Hernández, Jordi Vilarta, Sergio Meneses, Mariela Castillo, Jane Lise H’Ormaycht, Janio López, Elena Guerra, Ginna Gina Natteri Mármol, Pachi Valle Riestra, Dennis Ferguson Acosta, Juan Salas Ariza, Alonso Almenara,Fernando Torres,Karina Moy,Oscar Zavala, Maria Elena Herrera, ICPNA, Ballet San Marcos, ENSB, Centro Cultural el Olivar y Teatro Británico.
A todos los bailarines y amigos que me han acompañado a lo largo de estos 25 años. Siempre presentes en mí.
Zumba alunado, gime, relincha.
Escape quien no tenga vino.
Este es el piano negro.
Ciego maestro lo estruja y agita.
Esta es la melodía de la vida.
Este es el piano negro.
El zumbido de la cabeza, mis lágrimas de luto,
mis deseos agitándose en fiesta de difuntos,
todo esto, todo, es el piano negro.
A su compás se derrama la linfa
de mi zigzagueante corazón de vino.
Este es el piano negro.
Suenan en mi oído del mismo modo
goce jadea, pena boquea,
oro chirría, sangre chorrea.
Entiendo y digo que es Todo
y todo lo demás ni modo:
sangre y oro, sangre y oro.
Todo muere, pasa todo,
gloria, canto, lucro, logro.
Perduran solo sangre y oro.
Pueblos perecen, renacen a poco.
Santo el valiente quien siga mi modo
y siempre profese sangre y oro.
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto. ALEJANDRA PIZARNIK.
Mi desnudez avergüenzas la sala.
Indefensa, vomitando espuma,
con el dolor en la entraña
y los sesos crujiendo,
me revuelco entre sábanas
con lo último que queda
de lo que fui y no vuelve.
I
Mi desnudez avergüenzas la sala.
Indefensa, vomitando espuma,
con el dolor en la entraña
y los sesos crujiendo,
me revuelco entre sábanas
con lo último que queda
de lo que fui y no vuelve.
II
Enfrentada al reflejo del espejo,
una estructura de arena,
¡Maldito frasco!
Por primera vez me contienes,
prisionera de nada, de todo…
condenándome a no tocar
ni el cielo, ni el averno.
III
A quién engaño con mis rezos,
si se quebraron mis hojas,
si se incendiaron mis ojos,
si se extraviaron mis ninfas,
si me hundo en el silencio.
IV
Por qué partes en la barca,
sin colocar las monedas
sobre el desteñido ébano
de mis enormes pupilas.
V
Cansada voy de mí andar ciego
entre las hojas de un tiempo
que hace mucho dejo de ser mío.
VI
Corre otra estación
es el frio invierno
de mis espejos gastados,
de mis manos quebradas
de mis relojes rotos.
VII
¡Maldito arco iris!
Eres solo vetusta paleta,
sin el negro de mi sangre
sin el verde de mis cantos
sin el azul de mis sueños
sin el rojo de mi fuego
sin el amarillo de mi intelecto.
No queda nada, aquí me quedo.
FANNY JEM WONG
22-02-2017
Lo de afuera me atrae y me conmueve,
me hace temblar con alegría cierta,
aunque el dolor parece ser su oferta
más verdadera, lo único que mueve
eso desconocido que se ofrece.
Elijo el ajedrez, sueño que mece.
Afuera están los rostros de los otros,
la lluvia que resbala en las aceras,
la vida que transcurre de a de veras,
muchachas que cabalgan en los potros.
Adentro este universo tan cerrado,
con reglas que parecen inmutables,
damas, reyes, peones tan amables,
furiosos en su ataque endemoniado.
Lo de afuera me atrae y me conmueve,
me hace temblar con alegría cierta,
aunque el dolor parece ser su oferta
más verdadera, lo único que mueve
eso desconocido que se ofrece.
Elijo el ajedrez, sueño que mece.
Poema del libro «Jaque Perpetuo», editado por la Pontificia Universidad Católica en 2003.
AGUA ROJA
POR MARCO MARTOS
Tomo el agua roja de electrolitos, tomo ese menjunje,
para aliviar la sequedad de mis grandes cavernas,
esa tempestad de náuseas que casi acaba con mi vida.
Mi voluntad de escribir me sostiene,
para sacar de adentro con alguna gracia,
aquello que me deja la lengua con su abrazo,
y ganar algo del afecto que me das,
sin merecerlo, cada día.
Cómo se curaba Homero, dime si lo sabes, cómo se curaba,
si era ciego, cómo llegaba con paso vacilante a la casa del médico,
y duró tanto que pudo escribir todo lo que soñaba,
cómo vivió Virgilio con sus dolores estomacales,
cómo pudo escribir en medio de tantos reiterados sufrimientos.
Y Dante, qué hizo Dante, que hierbas tomaba a salto de mata,
en medio de las batallas y el rencor y la envidia de tantos florentinos,
y Juan de la Cruz, cuando estaba recluido,
qué aguas medicinales bebía, antes de deslizarse por una pared
con una blanca sábana en la noche de luna,
y Leopardi, encerrado en su casa, mirando el mundo
a través de los ojos de la hija del cochero,
la más delicada imaginable, tanto cómo el lucero de la mañana,
qué esperanza de curación tuvo, mientras tristísimo escribía,
y César Vallejo qué sintió cuando salió del hospital,
hecho un guiñapo, un malestar permanente,
desconocido, que luego acabaría con su vida.
Tuvieron siempre una pluma en su corazón y en su mano,
un ramo de olivo y una sonrisa para toda la gente
y sus nombres se mezclan con la hermosura del día.
Tomo el agua roja de electrolitos, tomo ese menjunje,
para aliviar la sequedad de mis grandes cavernas,
esa tempestad de náuseas que casi acaba con mi vida.
Mi voluntad de escribir me sostiene,
para sacar de adentro con alguna gracia,
aquello que me deja la lengua con su abrazo,
y ganar algo del afecto que me das,
sin merecerlo, cada día.
Cómo se curaba Homero, dime si lo sabes, cómo se curaba,
si era ciego, cómo llegaba con paso vacilante a la casa del médico,
y duró tanto que pudo escribir todo lo que soñaba,
cómo vivió Virgilio con sus dolores estomacales,
cómo pudo escribir en medio de tantos reiterados sufrimientos.
Y Dante, qué hizo Dante, que hierbas tomaba a salto de mata,
en medio de las batallas y el rencor y la envidia de tantos florentinos,
y Juan de la Cruz, cuando estaba recluido,
qué aguas medicinales bebía, antes de deslizarse por una pared
con una blanca sábana en la noche de luna,
y Leopardi, encerrado en su casa, mirando el mundo
a través de los ojos de la hija del cochero,
la más delicada imaginable, tanto cómo el lucero de la mañana,
qué esperanza de curación tuvo, mientras tristísimo escribía,
y César Vallejo qué sintió cuando salió del hospital,
hecho un guiñapo, un malestar permanente,
desconocido, que luego acabaría con su vida.
Tuvieron siempre una pluma en su corazón y en su mano,
un ramo de olivo y una sonrisa para toda la gente
y sus nombres se mezclan con la hermosura del día.
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.
Esta espectral textura de la oscuridad, esta melodía en los huesos, este soplo de silencios diversos, este ir abajo por abajo, esta galería oscura, oscura, este hundirse sin hundirse.
¿Qué estoy haciendo? Está oscuro y quiero entrar. No sé que más decir. (Yo no quiero decir, yo quiero entrar.) El dolor en los huesos, el lenguaje roto a paladas, poco a poco reconstituir el diagrama de la irrealidad.
Posesiones no tengo (esto es seguro; al fin algo seguro). Luego una melodía. Es una melodía plañidera, una luz lila, una inminencia sin destinatario. Veo la melodía. Presencia de una luz anaranjada. Sin tu mirada no voy a saber vivir, también esto es seguro. Te suscito, te resucito. Y me dijo que saliera al viento y fuera de casa en casa preguntando si estaba.
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.
«¡Cuando tengamos un hijo!…»
Y en esas tardes de lluvia,
cuando mueves los bolillos,
y yo paso por tu calle
con mi pena y con mi libro
dices, temblando, entre dientes,
arropada en los visillos:
«¡Ay, si yo con ese hombre
hubiera tenido un hijo!…»
ROMANCE PARA AQUEL HIJO QUE NO TUVE CONTIGO POR RAFAEL DE LEÓN
Hubiera podido ser
hermoso como un jacinto
con tus ojos y tu boca
y tu piel color de trigo,
pero con un corazón
grande y loco como el mío.
Hubiera podido ir,
las tardes de los domingos,
de mi mano y de la tuya,
con su traje de marino,
luciendo un ancla en el brazo
y en la gorra un nombre antiguo.
Hubiera salido a ti
en lo dulce y en lo vivo,
en lo abierto de la risa
y en lo claro del instinto,
y a mí… tal vez que saliera
en lo triste y en lo lírico,
y en esta torpe manera
de verlo todo distinto.
¡Ay, qué cuarto con juguetes,
amor, hubiera tenido!
Tres caballos, dos espadas,
un carro verde de pino,
un tren con cuatro estaciones,
un barco, un pájaro, un nido,
y cien soldados de plomo,
de plata y oro vestidos.
¡Ay, qué cuarto con juguetes,
amor, hubiera tenido!
¿Te acuerdas de aquella tarde,
bajo el verde de los pinos,
que me dijiste: — ¡Qué gloria
cuando tengamos un hijo!?
Y temblaba tu cintura
como un palomo cautivo,
y nueve lunas de sombra
brillaban en tu delirio.
Yo te escuchaba, distante,
entre mis versos perdidos,
pero sentí por la espalda
correr un escalofrío…
Y repetí como un eco:
«¡Cuando tengamos un hijo!…»
Tú, entre sueños, ya cantabas
nanas de sierra y tomillo,
e ibas lavando pañales
por las orillas de un río.
Yo, arquitecto de ilusiones
levantaba en equilibrio
una torre de esperanzas
con un balcón de suspiros.
¡Ay, qué gloria, amor, qué gloria
cuando tengamos un hijo!
En tu cómoda de cedro
nuestro ajuar se quedó frío,
entre azucena y manzana,
entre romero y membrillo.
¡Qué pálidos los encajes,
qué sin gracia los vestidos,
qué sin olor los pañuelos
y qué sin sangre el cariño!
Tu velo blanco de novia,
por tu olvido y por mi olvido,
fue un camino de Santiago,
doloroso y amarillo.
Tú te has casado con otro,
yo con otra hice lo mismo;
juramentos y palabras
están secos y marchitos
en un antiguo almanaque
sin sábados ni domingos.
Ahora bajas al paseo,
rodeada de tus hijos,
dando el brazo a… la levita
que se pone tu marido.
Te llaman doña Manuela,
llevas guantes y abanico,
y tres papadas te cortan
en la garganta el suspiro.
Nos saludamos de lejos,
como dos desconocidos;
tu marido sube y baja
la chistera; yo me inclino,
y tú sonríes sin gana,
de un modo triste y ridículo.
Pero yo no me doy cuenta
de que hemos envejecido,
porque te sigo queriendo
igual o más que al principio.
Y te veo como entonces,
con tu cintura de lirio,
un jazmín entre los dientes,
de color como el del trigo
y aquella voz que decía:
«¡Cuando tengamos un hijo!…»
Y en esas tardes de lluvia,
cuando mueves los bolillos,
y yo paso por tu calle
con mi pena y con mi libro
dices, temblando, entre dientes,
arropada en los visillos:
«¡Ay, si yo con ese hombre
hubiera tenido un hijo!…»
Y la vida continúa…, en este patio de locas contradicciones.
sobre poesía y otras alimañas - sulla poesia e altri parassiti - sobre a poesia e outros parasitas
Filosofía, literatura, humanidades.
Hécate, Ars Poetica. Revista Internacional de Poesía, Cuento y Teoría de la Poesía -/- Εκάτη, Ars Poetica. Διεθνής Επιθεώρηση Ποίησης, Διηγήματος και Θεωρίας της Ποίησης
"LA RIQUEZA, LA ACEPTACIÓN, LAS VERDURAS Y EL EJERCICIO, NO GARANTIZAN EL ÉXITO" John J. Ratey.
ISSN: 2955-8131 (En línea) / © Revista Kametsa
Just another WordPress.com weblog
Reflexiones, anécdotas y algo más...
Prof. Víctor Cabrera Vistoso
TerapiaDirecta.com
Blog sobre la evaluación, el aprendizaje y la gestión del conocimiento en el sector del desarrollo y la ayuda internacional (a título personal)
A site where to find various information and resources on evaluation, public policy and evaluating public policies. / Un portal donde encontrar información variada y recursos sobre evaluación, políticas públicas y evaluación de políticas públicas.
El camino verdadero pasa por una cuerda, que no está extendida en alto sino sobre el suelo. Parece preparada más para hacer tropezar que para que se siga su rumbo. (Franz Kafka)
LITERATURA, POESÍA ,PSICOLOGÍA , MATERIAL DIDÁCTICO , EDUCACIÓN ,CIENCIA , SALUD , FOTOS Y MÁS
blog | The International Literary Quarterly
Leituras da prosa, poesia e teatro de David Haize (R. Roldan-Roldan). O site http://roldan.vilabol.uol.com.br deixou de existir. Seus textos serão movidos para este blog, veja ao fim do menu à direita.
Debe estar conectado para enviar un comentario.