Socavar montañas no fue nada fácil Señor Oscuro. no crees que sea tiempo de detener la marcha, los abanicos se duermen sobre los luceros, son pesadas piedras, no logran contener la espesa savia de los ríos rojos, ni el tañer de las campanas del templo.
EN LA NOCHE terrible, substancia natural de todas las noches, la noche de insomnio, substancia natural de todas mis noches, Recuerdo, velando en modorra incómoda, Recuerdo lo que hice y lo que pude haber hecho en la vida. Recuerdo, y una angustia Se difunde completamente por mí como un frío del cuerpo o un miedo. Lo irreparable de mi pasado —¡ése es el cadáver! Puede ser que sean ilusión todos los demás cadáveres. Puede que estén vivos en otra parte todos los muertos. Puede que existan en otro lugar todos mis propios momentos pasados, En la ilusión del espacio y del tiempo, En la falsedad del transcurrir.
Pero lo que yo no fui, lo que no hice, lo que ni siquiera soñé; Lo que sólo ahora veo que debió hacerse, Lo que sólo ahora claramente veo que debió haber sido — Eso que está muerto más allá de todos los Dioses, Eso —y fue al final lo mejor de mí— pues ni los Dioses hacen vivir…
Si en cierto momento Me hubiera vuelto hacia la izquierda en lugar de hacia la derecha, Si en cierto momento Hubiese dicho sí en lugar de no, o no en lugar de sí; Si en cierta plática Hubiera tenido las frases que sólo ahora elaboro en la duermevela— Si todo ello hubiese sido así, Hoy sería otro, y tal vez el universo entero Sería insensiblemente llevado a ser otro también.
Pero no me volví hacia el lado irreparablemente perdido. No me vuelvo ni pienso en volverme, y sólo ahora lo percibo; Pero no dije no o no dije sí, y sólo ahora veo lo que no dije; Pero las frases que hubo que decir en ese momento se parecen todas, Claras, inevitables, naturales,
La conversación terminada concluyentemente, El asunto todo resuelto… Pero sólo ahora, lo que nunca fue ni será hacia atrás, me duele.
En lo que fallé de veras no tiene ninguna esperanza, En ningún sistema metafísico. Puede ser que para otro mundo yo pueda llevar lo que soñé, ¿Pero podré llevar a otro mundo lo que me olvidé de soñar? Esto sí, los sueños por haber, son el cadáver. Lo entierro en mi corazón para siempre, para todo el tiempo, para todos los universos,
En esta noche en que no duermo y la quietud me cerca Como una verdad de la que no comparto, Y allá fuera el luar, como la esperanza que no tengo, es invisible para mí.
APLAZAMIENTO
Después de mañana, sí, sólo después de mañana… Llevaré el día de mañana pensando en después de mañana, Y sí será posible; pero hoy no… No, hoy nada; hoy no puedo. La persistencia confusa de mi subjetividad objetiva, El sueño de mi vida real, intercalado, El cansancio anticipado e infinito, Un cansancio de mundos para tomar un tranvía… Esta especie de alma… Sólo después de mañana… Hoy quiero prepararme, Quiero prepararme para pensar mañana en el día siguiente… Es él que es decisivo. Tengo ya el plano trazado; pero no, hoy no dibujo planos… Mañana es el día de los planos. Mañana me sentaré en el escritorio para conquistar el mundo; Pero sólo conquistaré el mundo después de mañana… Tengo ganas de llorar, De repente tengo ganas de llorar mucho, desde dentro…
No, no quieran saber nada más, es secreto, no lo digo. Sólo después de mañana… Cuando era niño, el circo del domingo me divertía por toda la semana. Hoy sólo me divierte el circo del domingo de toda la semana de mi infancia… Después de mañana seré otro, Mi vida ha de triunfar, Todas mis cualidades reales de inteligente, leído y práctico
Serán convocadas por un bando… Pero por un bando de mañana… Hoy quiero dormir, redactaré mañana… Por hoy, ¿cuál es el espectáculo que me repetiría la infancia? Para comprar incluso los boletos de mañana, Pues para pasado mañana estará bien el espectáculo… Antes, no… Pasado mañana tendré la pose pública que mañana estudiaré. Pasado mañana seré finalmente el que hoy no puedo nunca ser. Sólo después de mañana… Tengo sueño como el frío de un perro vagabundo. Tengo mucho sueño. Mañana te diré las palabras, o pasado mañana… Sí, tal vez sólo después de pasado mañana…
El porvenir… Sí, el porvenir…
APOSTILLA
¡APROVECHAR el tiempo! Pero qué es el tiempo, ¿para que yo lo aproveche? ¡Aprovechar el tiempo! Ni un día sin línea… El trabajo honesto y superior… El trabajo para Virgilio, para Milton… ¡Pero es tan difícil ser honesto o ser superior! ¡Es tan poco probable ser Milton o ser Virgilio!
¡Aprovechar el tiempo! Arrancar del alma los pedazos precisos —ni más ni menos— Para con ellos juntar los cubos ajustados Que hacen estampas ciertas en la historia (Y están ciertas también del lado de abajo, que no se ve)… Poner las sensaciones en castillo de naipes, pobre China de las veladas, Y los pensamientos en dominó, igual contra igual, Y la voluntad en carambola difícil…
Imágenes de juegos o de paciencias o de pasatiempos— Imágenes de vida, imágenes de las vidas, Imagen de la Vida.
Verbalismo… Sí, verbalismo… ¡Aprovechar el tiempo! No tener un minuto que desconozca el examen de conciencia.. No tener un acto indefinido ni ficticio… No tener un movimiento disconforme con propósitos…
Buenas maneras del alma… Elegancia de persistir…
¡Aprovechar el tiempo! Mi corazón está cansado como un mendigo verdadero. Mi cerebro está listo como un bulto colocado en un rincón. Mi canto (¡verbalismo!) está tal como está y es triste. ¡Aprovechar el tiempo!
Desde que comencé a escribir pasaron cinco minutos. ¿Los aproveché o no? Si no sé si los aproveché, ¡¿qué sabré de otros minutos?!
(Pasajera que viajas tantas veces en el mismo compartimento conmigo En el tren suburbano, ¿Llegaste a interesarte en mí? ¿Aproveché el tiempo mirándote? ¿Cuál fue el ritmo de nuestro sosiego en el tren andante? ¿Cuál fue el entendimiento que no llegamos a tener? ¿Cuál fue la vida que hubo en esto? ¿Qué fue esto para la vida?)
¡Aprovechar el tiempo! ¡Ah, déjenme que no aproveche nada! ¡Ni tiempo, ni ser, ni memorias de tiempo o de ser! Déjenme ser una hoja de árbol, sacudida por la brisa, La polvareda de un camino, involuntario y solo, El arroyo casual de las lluvias que se acaban, El surco que hacen en los caminos las ruedas mientras no vienen otras, El trompo del muchacho que va a detenerse, Y oscila, con el mismo movimiento que tiene la tierra, Y se estremece, con el mismo movimiento que tiene el alma, Y cae, como caen los dioses, en el suelo del Destino.
EN LA NOCHE terrible, substancia natural de todas las noches,
la noche de insomnio, substancia natural de todas mis noches,
Recuerdo, velando en modorra incómoda,
Recuerdo lo que hice y lo que pude haber hecho en la vida.
Recuerdo, y una angustia
Se difunde completamente por mí como un frío del cuerpo o un miedo.
Lo irreparable de mi pasado —¡ése es el cadáver!
Puede ser que sean ilusión todos los demás cadáveres.
Puede que estén vivos en otra parte todos los muertos.
Puede que existan en otro lugar todos mis propios momentos pasados,
En la ilusión del espacio y del tiempo,
En la falsedad del transcurrir.
Pero lo que yo no fui, lo que no hice, lo que ni siquiera soñé;
Lo que sólo ahora veo que debió hacerse,
Lo que sólo ahora claramente veo que debió haber sido — Eso que está muerto más allá de todos…
Zumba alunado, gime, relincha. Escape quien no tenga vino. Este es el piano negro. Ciego maestro lo estruja y agita. Esta es la melodía de la vida. Este es el piano negro. El zumbido de la cabeza, mis lágrimas de luto, mis deseos agitándose en fiesta de difuntos, todo esto, todo, es el piano negro. A su compás se derrama la linfa de mi zigzagueante corazón de vino. Este es el piano negro.
Sangre y oro por MARCO MARTOS
Suenan en mi oído del mismo modo goce jadea, pena boquea, oro chirría, sangre chorrea. Entiendo y digo que es Todo y todo lo demás ni modo: sangre y oro, sangre y oro. Todo muere, pasa todo, gloria, canto, lucro, logro. Perduran solo sangre y oro. Pueblos perecen, renacen a poco. Santo el valiente quien siga mi modo y siempre profese sangre y oro.
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto. ALEJANDRA PIZARNIK.
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
Originalmente publicado en JARDÍN DE LIBROS: Ya somos el olvido que seremos. El polvo elemental que nos ignora y que fue el rojo Adán, y que es ahora, todos los hombres, y que no veremos. Ya somos en la tumba las dos fechas del principio y el término. La caja, la obscena corrupción y…
Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán, y que es ahora,
todos los hombres, y que no veremos.
Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte, y las endechas.
No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del Cielo
esta meditación es un consuelo.
El poema está incluido en el libro El olvido que seremos del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince.
Mi desnudez avergüenzas la sala.
Indefensa, vomitando espuma,
con el dolor en la entraña
y los sesos crujiendo,
me revuelco entre sábanas
con lo último que queda
de lo que fui y no vuelve.
Originalmente publicado en Hablo de mí: Comparto la información que ha sido publicada en facebook. Se vienen las «JORNADAS ALEJANDRA PIZARNIK» en Octubre 2016. ILH- FFyL-Bellas Artes-Malba
YO SOY…
Mis alas? dos pétalos podridos mi razón? copitas de vino agrio mi vida? vacío bien pensado mi cuerpo? un tajo en la silla mi vaivén? un gong infantil mi rostro? un cero disimulado mis ojos? ah! trozos de infinito
Mi amor se amplía. Es un paracaídas perfecto. Es un clic que se exhala y su pecho se hace inmenso. Mi amor no ruge no clama no ruega no ríe. Su cuerpo es un ojo. Su piel es un mapamundi. Mis palabras perforan la última señal de su nombre. Mis besos son anguilas que él se ufana en dejar resbalar. Mis caricias un chorro reminiscente de música sobre fuentes de Roma. Nadie pudo huir aún de su territorio anímico. No hay rutas ni pliegues ni insectos. Todo es tan terso que mis lágrimas se sublevan. Mi creación es una mojigatería junto a su rubio carromato. En estos momentos el tintero alza vuelo y enfila hacia linderos inacabables de mosquitos haciendo el amor. Suena el fatídico sonido. Ya no vuelo. Es mi amor que se amplía.
MÁS ALLÁ DEL OLVIDO
Alguna vez de un costado de la luna verás caer los besos que brillan en mí las sombras sonreirán altivas luciendo el secreto que gime vagando vendrán las hojas impávidas que algún día fueron lo que mis ojos vendrán las mustias fragancias que innatas descendieron del alado son vendrán las rojas alegrías que burbujean intensas en el sol que redondea las armonías equidistantes en el humo danzante de la pipa de mi amor.
EXILIO (a Raúl Gustavo Aguirre)
Esta manía de saberme ángel, sin edad, sin muerte en que vivirme, sin piedad por mi nombre ni por mis huesos que lloran vagando. ¿Y quién no tiene un amor? ¿Y quién no goza entre amapolas? ¿Y quién no posee un fuego, una muerte, un miedo, algo horrible, aunque fuere con plumas, aunque fuere con sonrisas? Siniestro delirio amar a una sombra. La sombra no muere. Y mi amor sólo abraza a lo que fluye como lava del infierno: una logia callada, fantasmas en dulce erección, sacerdotes de espuma, y sobre todo ángeles, ángeles bellos como cuchillos que se elevan en la noche y devastan la esperanza.
LA JAULA
Afuera hay sol. No es más que un sol Pero los hombres lo miran y después cantan. Yo no sé del sol. Yo sé la melodía del ángel y el sermón caliente del último viento. Sé gritar hasta el alba cuando la muerte se posa desnuda en mi sombra. Yo lloro debajo de mi nombre. Yo agito pañuelos en la noche y sedientos de realidad bailan conmigo Yo oculto clavos para escarnecer a mis sueños enfermos. Afuera hay sol. Yo me visto de cenizas.
CENIZAS
Hemos dicho palabras, palabras para despertar muertos, palabras para hacer un fuego, palabras donde poder sentarnos y sonreír. Hemos creado el sermón del pájaro y del mar, el sermón del agua, el sermón del amor. Nos hemos arrodillado y adorado frases extensas como el suspiro de la estrella, frases como olas, frases con alas. Hemos inventado nuevos nombres para el vino y para la risa, para las miradas y sus terribles caminos. Yo ahora estoy sola -como la avara delirante sobre su montaña de oro- arrojando palabras hacia el cielo, pero yo estoy sola y no puedo decirle a mi amado aquellas palabras por las que vivo.
LA NOCHE
Poco sé de la noche pero la noche parece saber de mí, y más aún, me asiste como si me quisiera, me cubre la conciencia con sus estrellas. Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte. Tal vez la noche es nada y las conjeturas sobre ella nada y los seres que la viven nada. Tal vez las palabras sean lo único que existe en el enorme vacío de los siglos que nos arañan el alma con sus recuerdos. Pero la noche ha de conocer la miseria que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas. Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros. Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos. Su lágrima inmensa delira y grita que algo se fue para siempre. Alguna vez volveremos a ser.
EXTRACCIÓN DE LA PIEDRA DE LOCURA (FRAGMENTO)
No me hables del sol porque me moriría. Llévame como a una princesita ciega, como cuando lenta y cuidadosamente se hace el otoño en un jardín. Vendrás a mí con tu voz apenas coloreada por un acento que me hará evocar una puerta abierta, con la sombra de un pájaro de bello nombre, con lo que esa sombra deja en la memoria, con lo que permanece cuando avientan las cenizas de una joven muerta, con los trazos que duran en la hoja después de haber borrado un dibujo que representaba una casa, un árbol, el sol y un animal. […] ¿Y yo? ¿A cuántos he salvado yo? El haberme prosternado ante el sufrimiento de los demás, el haberme acallado en honor de los demás. Retrocedía mi roja violencia elemental. El sexo a flor de corazón, la vía del éxtasis entre las piernas. Mi violencia de vientos rojos y de vientos negros. Las verdaderas fiestas tienen lugar en el cuerpo y en los sueños.
Puertas del corazón, perro apaleado, veo un templo, tiemblo, ¿qué pasa? No pasa. Yo presentía una escritura total. El animal palpitaba en mis brazos con rumores de órganos vivos, calor, corazón, respiración, todo musical y silencioso al mismo tiempo. ¿Qué significa traducirse en palabras? Y los proyectos del perfección a largo plazo; medir cada día la probable elevación de mi espíritu, la desaparición de mis faltas gramaticales. Mi sueño es un sueño sin alternativas y quiero morir al pie de la letra del lugar común que asegura que morir es soñar. La luz, el vino prohibido, los vértigos, ¿para quién escribes? Ruinas de un templo olvidado. Si celebrar fuera posible. […]
Me ahogo en mis penas,
desolado veneno amargo
que crece y me mata de a pocos.
El concierto de lamentos
rompe los cristales,
mis azules pensamientos
golpean tu puerta
y las ventanas se empañan
sudando sangre negra.
EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Suenan tétricas las notas de la vieja arpa La luna muestra lo que encierra en su lado más oscuro. Visto de negro y el Dios de los vientos mece enfurecido mis cabellos.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Se escuchan «In crescendo» desazón y penas, notas oscuras, sangran miserias, cierro los dedos, no tienen fuerzas.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Velas negras encendidas alrededor de mi lecho, un cirio rojo quemándome las entrañas y los sesos. Sensaciones funestas, pecho abierto, dagas de fuego apretadas contra el alma.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Ritual necrofílico en el que invoco destrozar carnes y huesos, todas las estrellas de mi universo , maldita noche dantesca. El corazón amordazado grita silencioso, desangrándose partiéndose en miles de fragmentos acosado, sin remedio.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Muera esta noche el absurdo símbolo del amor Adormecida la mente se ofusca, se estrecha. El dolor denso avanza hacia la conciencia, se desbarata toda luz , el cuerpo se hace pesado.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
No hay calidez en tus brazos, no quieres existir. Ni intimidad para lágrimas y sollozos, nada se respeta, todo es profanado ,burlado …
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Mis lunas desorbitadas saltan de sus orbitas inflamadas. Un bello ángel cree tener las respuestas o quizás la llave de oro que abra la jaula. No puede ver que el colibrí agoniza entre sus manos.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Pobre y tierno ángel solo puede mirar al ave destrozarse o abrir la ventana e imaginar que la libero. Enredada estoy, maleza putrefacta y oscura, ni siquiera asfixias , ni asqueas. El antiguo concierto sigue su ancestral partitura. El cuerpo se va separando en pedazos de carnes y huesos.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Concierto espeluznante, noche de muerte sin resurrección La preciosa copa yace colmada
de sangre coagulada, cenizas cubriéndome de los pies a la cabeza, fría habitación oscura , vacía en actitud de olvido.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Cuerdas de tripa humana gritan su desventura Hermosas melodías de marchas fúnebres parecieran decir: -No digas amor más nada Todo debe acabar de prisa no es tiempo de trinos. ¡Duerme, duerme que ya nada existe!
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Me tienes muerta atada a un tiempo que dejo de ser mío. Hoy solo sé que a pesar de mil grilletes me alejaré hacia la cortinas de flores que a lo lejos llaman. La caja negra retumba, escucho y veo gentes Rostros que ni conozco , dicen: -Ven de prisa -No escuches más conciertos de mentiras.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
El pánico pugna por brotar en grandes borbotones Estoy vacía de tanto haberte amado príncipe oscuro. Ni siquiera tu rostro he visto en mis sueños, Ni tu voz me es familiar cuando el sol se apaga. Solo imágenes amorfas dicen que fuiste mi amor.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Tú , sueño oscuro me empujas hacia precipicios. Tú , me abandonas en medio de la oscuridad sin comprender nada, como si fuese yo un feto.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
No pretendo ser tu dueña, tampoco tu esclava Sueños de amaneceres, inquietantes imágenes recree en tu mente hasta incendiar tus cimientes, hasta reventarte de placeres descontrolados en donde las prácticas sexuales resultaban consuelos.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Días de risas y otros de angustias desmedidas, de esperas inútiles en donde se marchitaban las yemas de los dedos mientras mi alma se escogía. La maleza ensucia de mentiras lo que oculta y me hunde cual pantano en fango ponzoñoso.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Mi alma canta moribunda sin que me crean Hoy es noche de concierto – Vida mía, no luzco de gala Ni los rizos que tanto amaste están dorados, se vuelven blancos y mi piel morada, muy morada.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Me ahogo en mis penas, desolado veneno amargo que crece y me mata de a pocos. El concierto de lamentos rompe los cristales, mis azules pensamientos golpean tu puerta y las ventanas se empañan sudando sangre negra.
Tengo amores por miles, caricias todas pero nada me alcanza , solo tu amor nefasto, odiosa fealdad que me hace prisionera de mis verdades.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
La sangre fluye rabiosa sobre la estola de las ausencias Llevo los zapatos gastados por las rocas del viejo camino. Ni siquiera tengo el consuelo de mis antiguos laberintos, una fuerte roca partió hace mucho todos mis espejos, solo una manta repleta de azules penas cubren del frío.
¡Oh, malditos dioses duermen sobre sus glorias! Mis huesos crispan, se destrozan hasta el mismo tuétano Malditos dioses que retozan sobre sus nubes y no miran.
¡Mírenme beber mi propia sangre! y morderme las entrañas…. Rían jubilosos ante mi degradación, miren mis ojos perdidos miren mi fealdad, tembloroso mi pecho, muerte tangible acercándose al cuerpo.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
No necesito la protección de quienes nunca me amaron. Ni proyectar mi rabia contra nadie, que no sea yo misma. Hasta que pueda descansar sobre la tierra húmeda.
POEMA EPITAFIO POR FANNY JEM WONG
Hoy solo quiero dejar de ser cobarde y partir amor porque solo se muere una vez y no será contigo…no será contigo… Jem Wong 26.07.05 (Jemwong) Reeditado en el 2010
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.
Esta espectral textura de la oscuridad, esta melodía en los huesos, este soplo de silencios diversos, este ir abajo por abajo, esta galería oscura, oscura, este hundirse sin hundirse.
¿Qué estoy haciendo? Está oscuro y quiero entrar. No sé que más decir. (Yo no quiero decir, yo quiero entrar.) El dolor en los huesos, el lenguaje roto a paladas, poco a poco reconstituir el diagrama de la irrealidad.
Posesiones no tengo (esto es seguro; al fin algo seguro). Luego una melodía. Es una melodía plañidera, una luz lila, una inminencia sin destinatario. Veo la melodía. Presencia de una luz anaranjada. Sin tu mirada no voy a saber vivir, también esto es seguro. Te suscito, te resucito. Y me dijo que saliera al viento y fuera de casa en casa preguntando si estaba.
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.
Hécate, Ars Poetica. Revista Internacional de Poesía, Cuento y Teoría de la Poesía -/- Εκάτη, Ars Poetica. Διεθνής Επιθεώρηση Ποίησης, Διηγήματος και Θεωρίας της Ποίησης
A site where to find various information and resources on evaluation, public policy and evaluating public policies. / Un portal donde encontrar información variada y recursos sobre evaluación, políticas públicas y evaluación de políticas públicas.
El camino verdadero pasa por una cuerda, que no está extendida en alto sino sobre el suelo. Parece preparada más para hacer tropezar que para que se siga su rumbo. (Franz Kafka)
Leituras da prosa, poesia e teatro de David Haize (R. Roldan-Roldan). O site http://roldan.vilabol.uol.com.br deixou de existir. Seus textos serão movidos para este blog, veja ao fim do menu à direita.
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