«No es suficiente conocer la verdad, también es necesario hacerla oír».Simone De Beauvoir.
«La ceremonia del adiós». Simone De Beauvoir.
«El secreto de la felicidad en el amor consiste menos en ser ciego que en cerrar los ojos cuando hace falta.»Simone De Beauvoir.
«La verdad es una y el error, múltiple.«Simone De Beauvoir.
«Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla.»Simone De Beauvoir.
«El cuerpo no es una cosa, es una situación: es nuestra comprensión del mundo y el boceto de nuestro proyecto.»Simone De Beauvoir.
«Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa.»Simone De Beauvoir.
«Solo después de que las mujeres empiezan a sentirse en esta tierra como en su casa, se ve aparecer una Rosa Luxemburgo, una Madame Curie. Ellas demuestran deslumbrantemente que no es la inferioridad de las mujeres lo que ha determinado su insignificancia».Simone De Beauvoir.
«El hombre no es ni una piedra ni una planta, y no puede justificarse a sí mismo por su mera presencia en el mundo. El hombre es hombre sólo por su negación a permanecer pasivo, por el impulso que lo proyecta desde el presente hacia el futuro y lo dirige hacia cosas con el propósito de dominarlas y darles forma. Para el hombre, existir significa remodelar la existencia. Vivir es la voluntad de vivir«.Simone De Beauvoir.
“No hay felicidad o infelicidad en este mundo; sólo hay comparación de un estado con otro. Solo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad. Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir”. El conde de Monte Cristo – Alexandre Dumas.
“Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama”. Don Quijote de la Mancha – Miguel de Cervantes
“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio”. Octavio Paz
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, era la edad de la sabiduría, era la edad de la insensatez, era la época de la creencia, era la época de la incredulidad, era la estación de la luz, era la estación de la oscuridad, era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperación”. Historia de dos Ciudades – Charles Dickens
“Crearía un perfume que no sólo fuera humano, sino sobrehumano. Un aroma de ángel, tan indescriptiblemente bueno y pletórico de vigor que quien lo oliera quedaría hechizado y no tendría más remedio que amar a la persona que lo llevara, o sea, amarle a él, Grenouille, con todo su corazón”. El perfume – Patrick Süskind
“Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos”. El curioso caso de Benjamin Button – F. Scott Fitzgerald.
“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado”. Gabriel García Márquez
“Qué maravilloso es que nadie necesita un solo momento antes de comenzar a mejorar el mundo”. El diario de Ana Frank.
“El hombre razonable se adapta al mundo: el hombre no razonable persiste en intentar adaptar el mundo a sí mismo. Por tanto, todo progreso depende del hombre no razonable”. Hombre y superhombre – George Bernad Shaw.
“La muerte destroza al hombre: la idea de la muerte le salva”. Howards End – E. M. Forster.
“Querían hablar, pero no pudieron; había lágrimas en sus ojos. Ambos estaban pálidos y delgados; pero aquellos rostros pálidos estaban iluminados con el amanecer de un nuevo futuro”. Crimen y castigo – Fiódor Dostoyevski.
“La libertad, para realizarse, debe bajar a la tierra y encarnar entre los hombres. No le hacen falta alas sino raíces”. Octavio Paz
“El hombre débil se vuelve fuerte cuando no tiene nada, porque sólo entonces puede sentir la locura de la desesperación”. La compañía blanca – Arthur Conan Doyle
“Mientras el corazón late, mientras el cuerpo y alma siguen juntos, no puedo admitir que cualquier criatura dotada de voluntad tiene necesidad de perder la esperanza en la vida”. Viaje al centro de la tierra – Julio Verne
“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”. Gabriel García Márquez
“Llamo a la gente ´rica´ cuando son capaces de satisfacer las necesidades de su imaginación”. El retrato de una dama – Henry James
“Cada libro, cada volumen que ves aquí, tiene un alma. El alma de la persona que lo escribió y de aquellos que lo leyeron, vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien baja sus ojos a las páginas, su espíritu crece y se fortalece”. La Sombra del Viento – Carlos Ruiz Zafón
“El sol es débil cuando se eleva primero, y cobra fuerza y coraje a medida que avanza el día”. Vieja tienda de curiosidades – Charles Dickens
“Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”. Pablo Neruda
“Las criaturas del exterior miraban del cerdo al hombre y del hombre al cerdo de nuevo; pero ya era imposible decir cuál era cuál”. Rebelión en la granja – George Orwell
“Soy lo que has hecho de mí. Toma mis elogios, toma mi culpa, toma todo el éxito, toma el fracaso, en resumen, tómame”. Grandes Esperanzas – Charles Dickens
«Y si nada nos libra de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida”. Los arrancados – Pablo Neruda
“Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechoso como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas”. El Nombre de la Rosa – Umberto Eco
“La alegría causa a veces un efecto extraño; oprime al corazón casi tanto como el dolor”. El Conde de Montecristo – Alejandro Dumas
“De pronto se deslizó por el pasillo, al pasar por mi lado sus sorprendentes pupilas de oro se detuvieron un instante en las mías. Debí morir un poco. No podía respirar y se me detuvo el pulso”. La Casa de los Espíritus – Isabel Allende
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
El amenazado
Es el amor. Tendré que cultarme o que huir. Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. Ya los ejércitos me cercan, las hordas. (Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) El nombre de una mujer me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Ajedrez
I
En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra. Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía?
El Golem
Si (como afirma el griego en el Cratilo) el nombre es arquetipo de la cosa en las letras de ‘rosa’ está la rosa y todo el Nilo en la palabra ‘Nilo’.
Y, hecho de consonantes y vocales, habrá un terrible Nombre, que la esencia cifre de Dios y que la Omnipotencia guarde en letras y sílabas cabales.
Adán y las estrellas lo supieron en el Jardín. La herrumbre del pecado (dicen los cabalistas) lo ha borrado y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre no tienen fin. Sabemos que hubo un día en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre en las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga sombra insinúan en la vaga historia, aún está verde y viva la memoria de Judá León, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe, Judá León se dio a permutaciones de letras y a complejas variaciones y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,
la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio, sobre un muñeco que con torpes manos labró, para enseñarle los arcanos de las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alzó los soñolientos párpados y vio formas y colores que no entendió, perdidos en rumores y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros) aprisionado en esta red sonora de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora, Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
(El cabalista que ofició de numen a la vasta criatura apodó Golem; estas verdades las refiere Scholem en un docto lugar de su volumen.)
El rabí le explicaba el universo «esto es mi pie; esto el tuyo, esto la soga.» y logró, al cabo de años, que el perverso barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía o en la articulación del Sacro Nombre; a pesar de tan alta hechicería, no aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
Sus ojos, menos de hombre que de perro y harto menos de perro que de cosa, seguían al rabí por la dudosa penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem, ya que a su paso el gato del rabino se escondía. (Ese gato no está en Scholem pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Elevando a su Dios manos filiales, las devociones de su Dios copiaba o, estúpido y sonriente, se ahuecaba en cóncavas zalemas orientales.
El rabí lo miraba con ternura y con algún horror. ‘¿Cómo’ (se dijo) ‘pude engendrar este penoso hijo y la inacción dejé, que es la cordura?’
‘¿Por qué di en agregar a la infinita serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana madeja que en lo eterno se devana, di otra causa, otro efecto y otra cuita?’
En la hora de angustia y de luz vaga, en su Golem los ojos detenía. ¿Quién nos dirá las cosas que sentía Dios, al mirar a su rabino en Praga?
La moneda de hierro
Aquí está la moneda de hierro. Interroguemos las dos contrarias caras que serán la respuesta de la terca demanda que nadie no se ha hecho: ¿Por qué precisa un hombre que una mujer lo quiera?
Miremos. En el orbe superior se entretejan el firmamento cuádruple que sostiene el diluvio y las inalterables estrellas planetarias. Adán, el joven padre, y el joven Paraíso.
La tarde y la mañana. Dios en cada criatura. En ese laberinto puro está tu reflejo. Arrojemos de nuevo la moneda de hierro que es también un espejo magnífico. Su reverso es nadie y nada y sombra y ceguera. Eso eres. De hierro las dos caras labran un solo eco. Tus manos y tu lengua son testigos infieles. Dios es el inasible centro de la sortija. No exalta ni condena. Obra mejor: olvida. Maculado de infamia ¿por qué no han de quererte? En la sombra del otro buscamos nuestra sombra; en el cristal del otro, nuestro cristal recíproco.
El reloj de arena
Está bien que se mida con la dura Sombra que una columna en el estío Arroja o con el agua de aquel río En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino Se parecen los dos: la imponderable Sombra diurna y el curso irrevocable Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos Otra substancia halló, suave y pesada, Que parece haber sido imaginada Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento De los grabados de los diccionarios, La pieza que los grises anticuarios Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada Inerme, del borroso telescopio, Del sándalo mordido por el opio Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo Y tétrico instrumento que acompaña En la diestra del dios a la guadaña Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso Deja caer la cautelosa arena, Oro gradual que se desprende y llena El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana Arena que resbala y que declina Y, a punto de caer, se arremolina Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma E infinita es la historia de la arena; Así, bajo tus dichas o tu pena, La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída Yo me desangro, no el cristal. El rito De decantar la arena es infinito Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo Sentir el tiempo cósmico: la historia Que encierra en sus espejos la memoria O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego, Cartago y Roma y su apretada guerra, Simón Mago, los siete pies de tierra Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable Hilo sutil de arena numerosa. No he de salvarme yo, fortuita cosa De tiempo, que es materia deleznable.
El enamorado
Lunas, marfiles, instrumentos, rosas, lámparas y la línea de Durero, las nueve cifras y el cambiante cero, debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron Persépolis y Roma y que una arena sutil midió la suerte de la almena que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira de la epopeya y los pesados mares que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira. Sólo tú eres. Tú, mi desventura y mi ventura, inagotable y pura.
La teoría de Adler se centró en mirar al individuo como un todo, por lo que se refirió a su enfoque como psicología individual. Adler finalmente fue expulsado del círculo psicoanalítico de Freud por sus discrepancias, pero tuvo un tremendo impacto en el desarrollo de la psicoterapia. También tuvo una influencia importante en muchos otros grandes pensadores, incluidos Abraham Maslow y Albert Ellis.
Alfred Adler fue un médico y terapeuta austriaco famoso por fundar la escuela de pensamiento conocida como psicología individual. También es recordado por su concepto del complejo de inferioridad, que creía que tenía un papel importante en la formación de la personalidad. Alder fue inicialmente un colega de Sigmund Freud, ayudó a establecer el psicoanálisis y fue miembro fundador de la Sociedad Psicoanalítica de Viena.
La teoría de Adler se centró en mirar al individuo como un todo, por lo que se refirió a su enfoque como psicología individual. Adler finalmente fue expulsado del círculo psicoanalítico de Freud por sus discrepancias, pero tuvo un tremendo impacto en el desarrollo de la psicoterapia. También tuvo una influencia importante en muchos otros grandes pensadores, incluidos Abraham Maslow y Albert Ellis.
Hécate, Ars Poetica. Revista Internacional de Poesía, Cuento y Teoría de la Poesía -/- Εκάτη, Ars Poetica. Διεθνής Επιθεώρηση Ποίησης, Διηγήματος και Θεωρίας της Ποίησης
A site where to find various information and resources on evaluation, public policy and evaluating public policies. / Un portal donde encontrar información variada y recursos sobre evaluación, políticas públicas y evaluación de políticas públicas.
El camino verdadero pasa por una cuerda, que no está extendida en alto sino sobre el suelo. Parece preparada más para hacer tropezar que para que se siga su rumbo. (Franz Kafka)
Leituras da prosa, poesia e teatro de David Haize (R. Roldan-Roldan). O site http://roldan.vilabol.uol.com.br deixou de existir. Seus textos serão movidos para este blog, veja ao fim do menu à direita.
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