BALADA DE CHANG’AN por LI BAI
Cuando mis cabellos comenzaron a cubrir mi frente
Delante de la puerta me divertía recogiendo flores.
Montado en un caballo de bambú venías.
Y das vueltas al brocal
Ambos vivíamos en Chang’an.
A los catorce vine a ser tu esposa.
Con rubor miraba hacia la pared,
Y cien veces me llamaste más ni una te oí.
Pero cuando tuve quince años deseaba
Unirme a ti como polvo a la ceniza.
Un año después te fuiste a esa zona lejana
Donde escollos enhiestos impiden el paso en mayo,
Y los monos gritan al cielo.
Una tras otra tus huellas se cubrieron de un tupido musgo que no puedo barrer.
Las hojas que caen de los arboles anuncian
Que temprano vendrá este otoño.
En Agosto.
Las mariposas en el jardín vuelan en parejas.
Me conmueve verlas y de aflicción llenan mi alma.
La amargura bebe el color de mis mejillas.
¡Ay! Cuando desciendas
Avísame con tiempo.
Para ir a tu encuentro no importan las distancias.
Saldré a esperar tu regreso hasta
La Arena del Gran Viento.
ESCRITO EN NOMBRE DE MUJER POR LI BAI
Al cortar con una espada
La corriente de un río
Las aguas nunca podrán separarse.
Mis pensamientos, que te siguen en tu arrancia,
Son tan interminables como esa corriente.
Desde que nos separamos
La hierba, delante de nuestra puerta, en otoño,
Se ha tornado verde con la primavera.
La podo, pero vuelve a crecer
Tan densa, que cubre tus huellas.
Los fénix cantan juntos y felices;
Asustados, macho y hembra
Cada uno vuela por su lado.
¿En cuál pico se reúnen las nubes?
Una vez que se separan
No vuelven a juntarse.
Por un mercader que iba a Ta-lou
Supe que estás en la Cala de Otoño.
En el jardín de Liang duermo
En un lecho solitario;
En la terraza Yang tú sueñas con la lluvia.
Tres veces mi familia ha dado tres primeros ministros,
Caídos en desgracia nos fuimos a Chin
Todavía retenemos nuestras flautas y canciones,
Esas viejas tonadas se oyen aún en el vecindario.
Cuando la música alcanza las purpuradas nubes
Gimo por la ausencia de ti
Soy como un durazno al fondo de un pozo,
¿A quién podrían sus flores?
Tú eres la alta luna en el cielo,
¡Que no desea arrojar su luz sobre mí!
No me reconozco al mirarme al espejo,
He adelgazado desde que te fuiste.
Si al menos tuvieras un loro encantado
Que pudiera repetirte en dolor de mi corazón.
PRIMAVERA POR LI BAI
En la orilla de un río azul,
Luo Fu, doncella del país Qin
Recoge moras.
Sus manos blancas brillan
Entre las hojas verdes.
Bajo el sol, es la más radiante en su túnica grana.
“tengo que irme – dice –
Mis gusanos de seda tienen hambre.
Y usted, con sus cinco caballos,
No demore en volver a casa”.
CRUZANDO LI GUINIAN por DU FU
El palacio donde nos reuníamos
Y el salón de la corte donde tantas veces
Te oí cantar
Son hoy polvo del ayer.
Pero cuando las flores,
Abren sus pétalos,
Vuelvo a verte.
CANCIÓN ESCRITA AL SUR DEL RÍO AZUL POR LI YI
Estoy casada con un mercader del Gran lago,
Su regreso demora día tras día
Si hubiera sabido que las altas mareas eran tan frecuentes
Podría haber elegido un joven marino.
HE PERDIDO EL CEÑIDOR DE MI CAMISA POR QUAN DEYU
Anoche he perdido el ceñidor de mi camisa.
La pequeña araña de largas patas se ha marchado en la mañana.
No debo olvidar mis polvos y mis cremas.
De pronto mi marido regresa a casa.
PLACERES DE LA NOCHE POR LI HE.
Rojas cortinas de seda con borlas y flecos
Dorados cubren la recamara,
Un engastado candelabro de nueve brazos ilumina el recinto.
Abiertas las puertas,
Preciosas muchachas resplandecientes a la luz de la luna
Ofrecen vino espumoso
El precio es alto
Pero A Hou recibe la paga con una amplia sonrisa
En sus habitaciones del sur hay sombras caprichosas.
Los cuervos gritan y se acomodan en los nidos.
La fina espada y el látigo que el portal
Tiene incrustaciones de cuarzo y perlas;
Su caballo blanco resopla una espuma
Que se congela en su crin.
La casa descuella en la colina, sola a la luz de la luna.
El nuevo cliente desmonta cuando el viejo se marcha.
Ella se arregla de nuevo las pestañas y se peina.
FLOR DE CANELA de FANNY JEM WONG
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